Harto Artaud

por Barbarella

Montando a cabellos los perros disfrutan su nueva cena, en la escena espacial donde la atmósfera explota en mil pedazos, y la flor se queja de sus pétalos aterciopelados tan aptos para acariciar, tan blandos para dar una paliza, que por eso solo posan, y por eso la flor se queja. Montando a cabellos los perros disfrutan su nueva nave, y sus ombligos se revuelcan en una orgía, pero la orgía se queja de tanto sexo húmedo y superfluo, excitado con la razón del vicio, vaciado de la pasión de corazones que laten, haciendo explotar a la atmósfera en mil pedazos. Montando a cabellos los perros disfrutan su nueva hamaca, y se impulsan tan fuerte porque les gusta que el viento les de en la cara, casi parecen flotar, aterciopelado pétalo, el viento le susurra los ojos, están a punto de dar la vuelta al mundo, pero el mundo se queda dormido, y esos que laten no necesitan orgías ni atmósfera, y los perros sólo cabellos para montar.