por Barbarella
Un pecho
azul,
muerto en el piso,
liquidado por una explosión de pájaros que se le escapan.
El pecho es el cielo,
la muerte no le importa,
y los pájaros buscan en la tierra
más de lo que un hombre pueda entender.
Por eso los hombres lo rodean,
confundidos no lo alcanzan,
el miedo es su
venda,
y no divisan que el cielo que tanto y siempre quisieron
merecer,
el que se les escapa de las
manos,
se encuentra a su pies.
O en su pecho como un
vuelo
que prefiere reventar.
pd.Imagen de Rinzen
1 comentario:
Impecable y contundente Barbarella, cada regreso a tu sitio es una gratificación monumental.
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