18.7.08

molino

Barbarella


o El viaje me hace acordar a una valija verde de cuero que era de mi abuela. Me acuerdo porque me gusta el verde y me gustan las valijas y me gusta que las dos empiecen con “ve” de verde. O “ve” de valija. La “be” de aBuela también me gusta, pero esta abuela estaba siempre enojada. Espero que se le pase.
o El viaje me hace acordar a que me sentenciaron extranjera, y entonces creo que no pertenezco a ningún lugar, ni le pertenezco a nadie, ni hay nadie que me pertenezca. (Eso suele tener ventajas la mayoría de las veces, pero las veces que tiene desventajas me hace llorar y no me gusta.)
o El viaje me hace acordar a los paisajes que corren muy rrrrrápido mientras uno está sentado en el tren. Y ahora que me acuerdo el tren es de asientos verdes, parecen de cuero, y combinan con mi valija (que la heredé de mi abuela).
o El viaje me hace acordar a que una vez, hace muuuchos añosss, en un cercano país, mi papá se fue de viaje. Y me parece que se olvidó de dónde venía porque no volvió.
o El viaje me hace acordar de reconocerme y reconocer que tengo sangre en las venas y que extraño a algunas personas.
o El viaje me hace acordar a música de otra parte, a que siempre quiero irme, y a que mi lengua es un capricho.
o El viaje me hacer acordar a Julio Verne, a que nunca le ví la cara, y a que en realidad ya está todo hecho, menos el anochecer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://photos1.blogger.com/blogger/5858/3195/1600/cosas3.jpg

de Juan (aguante el campo. liniers apesta) (?)

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Argentina!