1.7.09

Poema Infinito

ó Ensayo a la Muerte
por La Preferida de Saturnino



I

Diríase que los que ruegan juegan a la lluvia
y los que no juegan
sólo saben
Morir de hambre
Morir de miedo

Prohibido nombrar al muerto
Al hombre que te nombra
Prohibido morir dormido

La muerte me sonríe

(jugando a Sigmund)



II
. (un punto). Punto. Nótese que aquí hay un punto. Pues creo que mejor detenernos un rato. Una pausa. Detenerme, digo.

Y sus ojos se cerraron y se apagaron la luz y las estrellas y la Luna.


No le temo a la muerte, pero cada vez me toca más de cerca. Cuando se murió mi abuelo Saturnino me alegré. No era un buen hombre, y ya no tenía energías para revertirse. Mi idea fue: “Ahora en donde estés más vale lo hagas mejorcito. Confío en que lo harás mejorcito”. Escribo esto y tiemblo como si me estuviera escuchando. Saturnino me está escuchando y yo soy muy orgullosa como para pensar bajito. Sí Saturnino, hacéla bien esta vez que después de todo es la misma energía que para hacerla mal. Yo te quería. Pero igual Saturnino ya hacía rato que estabas muerto.
Ahora es mi otro abuelo, Florial, que le falta apellido, pero que le queda un rato, aunque ya esté temeroso. Como si los granitos de ese reloj de arena estuvieran contados. Él los tiene contados. Yo no, porque todavía él juega, inventa, curiosea. Tiene el don de la pregunta. Su respuesta son sus ojos, que en cuanto se apaguen se apagará la Tierra. Recién ahí conoceré la muerte y veré que el mundo se condensa en un sólo segundo, en el que sepa que porque lo amo me quiero morir con él. En el que sepa que porque lo amo seguiré el juego de esta familia sin nombre. Porque somos muy atolondrados como para hacer tiempo de decirnos con palabras.



.

.

III
Soñé que San Telmo se inundaba.
Soñé que dormía.
Soñé que me bañaba.
Soñé que me mataban.
Soñé que me cocinaba para que no me sienta tan torpe.
Soñé que me visitaba mi tío (pues no me visita mi padre).
Soñé que un pedazo de Sol se caía sobre el centeno y que yo lo veía desde mi ventana.
Soñé que quería escribir eso al despertar para no olvidarlo.

(todo esto hice la semana pasada)

No lo escribí y no me acuerdo.

(todo esto me faltó hacer la semana pasada)

Y algo más. Pero que no se dice.

(misterio)


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1 comentario:

Anónimo dijo...

"Yo te quería. Pero igual Saturnino ya hacía rato que estabas muerto."

Hermosa Barbarella a fin de cuentas es más brava que olvidadiza.

Maximiliano